Se puede decir que entre estos vehículos pesados hay dos grandes tipos de camiones:
- Camiones
- Cabezas tractoras
Un camión integra en un solo vehículo la cabina y la caja o estructura diseñada para la carga. Se denominan camiones rígidos y, por sus características, se suelen utilizar en tareas de reparto y distribución de mercancía. Pueden tener una longitud máxima de 12 metros y una MMA de hasta 32 toneladas, reuniendo los requisitos exigidos para ello.
En cambio, una cabeza tractora, también conocido como tractocamión o, simplemente, tractora, es un vehículo pesado diseñado para arrastrar un semirremolque. Por sí solo, no tiene consideración de camión, pero es la tractora de los camiones articulados que vemos tan a menudo por la carretera.
La combinación de cabeza tractora y remolque o semirremolque es un vehículo articulado muy habitual en el transporte de mercancías. Según su composición y tamaño, estos tráilers pueden arrastrar una carga de gran tonelaje. Por eso, muchas empresas de transporte utilizan tractoras con semirremolques para desarrollar su actividad logística.
¿Cuál es la diferencia entre un vehículo articulado y uno rígido?
Como ya hemos visto, un camión rígido podría definirse como un camión de “una sola pieza”. La caja está unida a la cabina y al resto de componentes del camión por el chásis, una estructura de largueros rígidos que mantienen unidos todos los componentes del vehículo.
En cambio, el vehículo articulado está formados por al menos dos estructuras rígidas, unidas por un punto de articulación, donde una de las cuales arrastra al conjunto del camión. Además, en los camiones articulados la mercancía sólo se transporta en el semirremolque, ya que la tractora tiene como función exclusiva el arrastre del camión.